sábado, 12 de febrero de 2011

El "pacto de las pensiones"

    Recientemente, el presidente del Gobierno comparaba el actual "pacto de las pensiones", firmado con sindicatos y patronal, con el Pacto de la Moncloa, aprobado durante la Transición política española. Hay que admitir que ambos pactos coinciden en tres cosas: la negociación a espaldas de la participación ciudadana, la idea de que así se evitaba "un mal mayor" (como recortes más profundos o involuciones políticas), así como la  desmovilización y desconcierto de los sectores sociales que anteriormente se habían organizado contra las agresiones a los derechos laborales (una desmovilización más desmoralizadora, si cabe, al ver participar en ese pacto a los líderes sindicales más representativos).
    En una entrevista al cantautor catalán Lluis Llach, éste señalaba que una de las cosas que no le gustó nada, en los primeros años de la Transición, "fue la obsesión de la gente que llegaba al poder de frenar el protagonismo del pueblo. La Transición fue algo controlado y dirigido desde los despachos, y la calle perdió protagonismo. Se optó, afirmaba Llach, por evitar riesgos, pero "por esa tendencia a evitar riesgos, se desaprovecharon dinámicas valientes y muchas energías". La canción de Llach "Companys, no és això", aparecida en su disco El meu amic el mar, en 1978, versaba sobre su decepción respecto a cómo se estaba abriendo el nuevo proceso democrático en España. Ya un año antes, en 1977, Llach había compuesto una durísima canción, "Campanades a morts", contra los responsables del asesinato en Vitoria, a manos de la policía, de cinco obreros y estudiantes (así como de cuarenta heridos), durante la huelga general del 3 de marzo de 1976, reflejo de la fuerte represión ejercida por los dirigentes de nuestra "modélica" transición hacia la democracia. Una democracia que querían encauzar por los moldes previstos y "posibles", frente a las reclamaciones de muchas movilizaciones populares. Una tarea a la que contribuirían tristemente, como ahora, sectores sindicales y de izquierdas, colaborando a la desmovilización de la calle.

COMPAÑEROS, NO ES ESTO
(COMPANYS, NO ÉS AIXÒ)

No es esto compañeros, no es esto
por lo que murieron tantas flores,
por lo que lloramos tantos anhelos.
Quizás debamos ser valientes de nuevo
y decir no, amigos, no es esto.

No es esto compañeros, no es esto,
ni palabras de paz con barrotes
ni el comercio que se hace con nuestros derechos,
derechos que son, que no hacen ni deshacen
nuevos barrotes bajo forma de leyes.

No es esto, compañeros, no es esto;
nos dirán que hace falta esperar.
Y esperamos, bien es cierto que esperamos.
Es la espera de los que no nos detendremos
hasta que no sea preciso decir, no es esto.


COMPANYS, NO ÉS AIXÒ
No era això, companys, no era això
pel que varen morir tantes flors,
pel que vàrem plorar tants anhels.
Potser cal ser valents altre cop
i dir no, amics meus, no és això.

No és això, companys, no és això,
ni paraules de pau amb garrots,
ni el comerç que es fa amb els nostres drets,
drets que són, que no fan ni desfan
nous barrots sota forma de lleis.

No és això, companys, no és això;
ens diran que ara cal esperar.
I esperem, ben segur que esperem.
És l’espera dels que no ens aturarem
fins que no calgui dir: no és això
.

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