domingo, 8 de mayo de 2011

Jornadas de Memoria Histórica

Las VI Jornadas de Memoria Histórica celebradas en Marchena del 1 al 4 de mayo se centraron en el movimiento anarquista y su represión durante la dictadura franquista. En la inauguración se interpretó una versión de Los Campanilleros de la Niña de la Puebla que se cantaba en los años de la República y que tenía una letra anarquista: Por los campos de mi Andalucía / los campanilleros de la libertad / van luchando, gritando y cantando/ los campanilleros de la libertad. / Y en la cárcel están sin comida / anarquistas que un día / a la España esclava querían libertar...
En la presentación de las Jornadas, el profesor Raúl Ruano nos habló de "el anarquismo español como cultura de resistencia", comentando su investigación sobre las historias de vida de viejos y viejas anarquistas, su percepción y experiencia de las luchas del movimiento libertario en España. En estos relatos destacaba la importancia que el comunismo libertario confirió a la educación y la cultura, y sus esfuerzos por buscar una alternativa pedagógica y cultural a la establecida por las instituciones estatales o de la Iglesia católica. Raúl subrayó la actualidad de valores que intentaron difundir escuelas racionalistas como la de Ferrer y Guardia o Sánchez Rosa. Valores como la solidaridad, la coeducación de sexos y de clases o el respeto a la conciencia del niño. A continuación, el profesor J. L. Gutiérrez Molina analizó la influencia del movimiento anarquista en Andalucía, desde su aparición a mediados del siglo XIX hasta la II República, así como la posterior represión de la dictadura franquista. Gutiérrez Molina participa en un proyecto de investigación sobre la represión del anarquismo en Andalucía que dirige el Grupo de la Memoria del sindicato CGT (que ya ha trabajado en otros proyectos como El Canal de los Presos). Por ello, comentó la importancia de trabajar sobre las historias locales, como la de Marchena, para poder ir conociendo la influencia de este movimiento, buscar huellas de su permanencia, así como rastrear las consecuencias de la represión franquista en sus militantes y organizaciones. Una tarea más necesaria, si cabe, ante el prolongado silenciamiento a que se ha sometido, y sigue sometiendo, esta tradición obrera.
El 4 de mayo finalizaron las Jornadas con la ponencia del profesor Gonzalo Acosta Bono, que participa también en el Grupo de Memoria Histórica de CGT. En su ponencia, Gonzalo Acosta habló de las memorias de tres libertarios singulares: A. Rosado (Morón 1889), Pedro Vallina (Guadalcanal, 1879) y José Sánchez Rosa (Grazalema, 1865). Unas memorias recuperadas en orden inverso a la edad de sus protagonistas. Así, la labor pedagógica de Sánchez Rosa ha sido recogida y analizada recientemente (2008) por el profesor Gutiérrez Molina; las memorias de Pedro Vallina en su exilio mexicano fueron publicadas en España el año en el que se inició el movimiento de Recuperación de la Memoria Histórica (2000); y las memorias del campesino y organizador anarquista A. Rosado, el más joven de los tres, fueron publicadas en los inicios de la Transición. Destacó, entre otros aspectos, la capacidad organizativa de A. Rosado, y su participación en las colectivizaciones agrarias en la Andalucía oriental. Unas colectivizaciones en las que curiosamente colaboraron UGT y CNT. Señaló también el interés del médico anarquista Pedro Vallina por la medicina social, como refleja sus estudios sobre la conexión entre la infravivienda y las enfermedades de la población sevillana de la época, así como su participación en la Liga de los Inquilinos (que ya comentamos en otra entrada de este blog). Comentó por último, la actividad propagandística y pedagógica de José Sánchez Rosa, la popularidad de su "Gramática del obrero" o su "Aritmética del obrero", y cómo al comienzo del golpe militar fue sacado de su casa en Sevilla y asesinado. En el debate, se volvió a insistir en la necesidad de profundizar en la memoria de todas estas luchas, y se puso el ejemplo del desconocimiento actual sobre las huelgas de las empleadas de hogar en los años 30. También se comentó el duro enfrentamiento entre comunistas y anarquistas, y cómo los libertarios establecieron en ocasiones mejor relación y colaboración con los socialistas, como muestra el caso anterior de las colectivizaciones en la Andalucía oriental. La dictadura franquista por su parte, en su intento de vender al exterior su lucha contra el comunismo durante la larga posguerra, llegaría a eliminar en sus fichas policiales y de detención el término "libertario" de los comunistas libertarios arrestados o condenados en la posguerra.  En su exposición, Gonzalo Acosta reprodujo y comentó una portada del diario Público que supuso una pequeña esperanza para el derecho a la justicia de las víctimas del franquismo, aunque parece que todo se quedó en el titular. Por ahora...

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